Aceite de Coco

El aceite de coco proviene de la nuez (fruto) de la palma de coco. Contiene ácidos grasos de cadena media, que incluyen ácido cáprico, ácido caprílico y ácido láurico.

Aproximadamente del 52% al 85% del aceite de coco se compone de grasas saturadas específicas, llamadas ácidos grasos de cadena media. Tiene un efecto hidratante cuando se aplica sobre la piel.

Las personas comúnmente usan aceite de coco para el eccema y el crecimiento en bebés prematuros. También se usa para la psoriasis, la obesidad, el cáncer de mama, las enfermedades cardíacas, la EM y muchas otras afecciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde estos usos.

Las muchas propiedades del aceite de coco se traducen en múltiples beneficios y se justifican por su composición rica en: 

  • Minerales como hierro –participa en la formulación de hemoglobina y glóbulos rojos–, selenio –mejora la estructura del cabello y las uñas– y potasio –ayuda a mantener una tensión arterial normal.
  • Grasas saturadas. Se trata del componente más alto, concretamente unos 86 gramos (g) cada 100 g. Entre estas grasas puedes encontrar principalmente ácido láurico, un componente con acción antimicrobiana y fungicida, además de hidratante y regulador para la piel. 
  • Grasa monoinsaturada, concretamente el ácido oleico (omega 9). Ayuda a regular el metabolismo y ofrece propiedades antiinflamatorias para la piel, además de penetrar fácilmente en el estrato córneo favoreciendo la hidratación.
  • Grasa poliinsaturada en forma de ácido linoleico (omega 6). Esta grasa forma parte de las esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. En la piel, ayuda a retener el agua de la epidermis y desempeña un papel esencial en la regeneración celular.
  • Vitamina E. Es una de las vitaminas antioxidantes que ayuda a proteger las células del efecto de los radicales libres.

Usos y Beneficios

En cosmética, este aceite vegetal es muy valorado por su poder humectante, nutritivo y regenerador por lo que es habitual encontrarlo en formulaciones hidratantes, tanto faciales como corporales.

Igualmente, se utiliza como base para la producción de jabones y champús, en ocasiones se prepara combinado con mantecas de karité, macadamia o cacao. Este aceite vegetal atrapa las impurezas de la piel proporcionando un efecto limpiador eficaz, por lo que puedes utilizarlo como desmaquillante.

Esto explica que lo puedas encontrar en geles purificantes que incluyen derivados del aceite de coco y que limpian en profundidad sin secar la piel manteniendo su equilibrio.

En lo que respecta al cabello, funciona muy bien como protector y tratamiento antiencrespamiento, especialmente indicado para cabellos rizados.

Puedes utilizarlo, además, como dentífrico y desodorante por su efecto antibacteriano. En las uñas agrietadas y estropeadas, el aceite de coco brinda un efecto reparador, ayudando a mejorar igualmente las cutículas.

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